Miguel
Ángel Pichetto pasará hoy a la acción directa para profundizar su posición a
favor de la sanción en el Senado de la caída de la ley cerrojo y de pago
soberano, las llaves para que el Gobierno de Mauricio Macri pueda destrabar las
negociaciones con los fondos buitre en Nueva York.
El senador por Río Negro llamó a un viejo conocedor del
tema en los tiempos del Gobierno de Cristina de Kirchner, para
que lo asesore en los argumentos técnicos y profesionales para sostener el aval
a la propuesta oficial.
El invitado a un almuerzo cara a cara con Pichetto no es otro que Juan Carlos Fábrega,expresidente
del Banco Central y, en junio de 2014, ferviente
defensor junto con el
entonces jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, de
un acuerdo con los acreedores sobre
la base de una propuesta de un pool de bancos locales y extranjeros.
De paso, Pichetto profundizará
una de las tesis sobre las que viene trabajando últimamente: que Axel Kicillof no fue un
buen ministro de Economía, y que parte de la derrota electoral de
noviembre del año pasado se debe a los escasos resultados de su gestión y al
rechazo que generó su presencia en gran parte de la sociedad.
Pichetto y Fábrega, dos viejos
amigos con inmejorable relación, tendrán
un almuerzo privado en el despacho del senador, quien luego de la charla abrirá
el juego con varios de sus colegas de la Cámara alta sobre los cuales tiene la
responsabilidad de conducir en tiempos difíciles.
Entre otros estarán presentes
los senadores por la provincia de Buenos Aires Juan Manuel Abal Medina, de
Santa Fe Omar Perotti, de Salta Rodolfo Urtubey y de Tucumán Beatriz Liliana
Rojkés de Alperovich.
En total, serán unos 40
legisladores los
que están invitados a escuchar a Fábrega, quien explicará, "desde el
peronismo" (según señaló uno de los organizadores), por qué hay que votar
a favor de la caída de ambas leyes, "siempre que la propuesta que los
enviados de Mauricio Macri para salir del default sea razonable".
El expresidente del BCRA hablará
sobre lo negativo
que es para el país continuar en la situación actual, sobre lo imperfecta pero
perfectible propuesta que el secretario de Finanzas Luis Caputo llevó hasta
Nueva York y ante el "special master" Daniel Pollack, y, lo más
importante para los senadores, por qué se necesita un acuerdo con los
acreedores que vencieron en el "juicio del siglo" para que las
provincias que gobierna el justicialismo, muchas de ellas con más que serias
dificultades fiscales, puedan salir adelante del atrolladero actual.
"La primera que debería
apoyar la salida del default es Alicia Kirchner, que tiene una provincia con números
inviables", afirmaba ayer uno de los senadores que hoy estará en el
Congreso. Fábrega además hablará, junto con Pichetto, de un concepto
fundamental que apunta a la tranquilidad de los senadores: vota a favor de la
caída de las dos leyes no implica "de ninguna manera" una caída de
los ideales ni una crisis de identidad justicialista.
El extitular del Central contará
su versión del momento en que el Gobierno de Cristina de Kirchner estuvo a
punto de llegar a un acuerdo con los acreedores, luego de haber recibido
Capitanich el aval de la entonces presidenta para avanzar en una negociación
entre un grupo de bancos locales e internacionales de primera línea y los
fondos buitre más duros (Elliott, Aurelius, Olifant, etc.), quienes hubieran
pagado la totalidad de la deuda a cambio de la emisión de un bono.
Según Ambito, el acuerdo estaba
prácticamente cerrado, había sido ya negociado por Sebastián Palla (el
enviado del sistema financiero a Nueva York) y sólo faltaba la bendición
oficial. Sin embargo, en paralelo, Kicillof
se reunió con los abogados de
los fondos buitre y con Daniel Pollack en el despacho de este último, demolió la propuesta de los
bancos y reiteró
que la única alternativa viable era que los acreedores aceptaran los términos
del canje de deuda de 2010.
Las negociaciones
fracasaron y
desde ese momento, hasta la propuesta de Caputo, no hubo avances en el diálogo
entre las partes.
Fuente: iprofesional.com