Chimpay.- Este martes 15 se
celebrara en Chimpay, a las 18:00 hs., la “Misa Crismal” con la presencia los
representantes de cada una de las parroquias de la Diócesis de Viedma y será presidida
por el Obispo Esteban María Laxague.
En el marco de las actividades por las Pascuas,
el martes se realizara en la Templo del Cristo de la Tierra y de la Vida, del
Parque Ceferino, la Misa Crismal,
presidida por el obispo Esteban Laxague. Entre los numerosos participantes estarán
los sacerdotes de la Diócesis de Viedma
que renovaran sus promesas. Para finalizar, cerca de 250 personas compartirán una
cena.
La llamada misa crismal, que
tiene lugar únicamente en las catedrales, a excepción de esta Diocesis de
Viedma que siempre se ha hecho en forma alternada en las parroquias que la integran.
La misa crismal incluye la
consagración de los óleos que se usan para el bautismo y otros sacramentos. En
esta liturgia resalta el tema del sacerdocio y su institución por parte de
Cristo. El obispo diocesano consagra los
óleos y preside como celebrante principal. Es un rito que además cuenta con un
rico contenido catequético.
Es altamente significativo que la
consagración de los óleos que han de usarse para los sacramentos tenga lugar en
el contexto de la eucaristía y en la proximidad de la pascua. Los sacramentos
reciben su significación y eficacia del misterio pascual de Cristo, que se
renueva en cada celebración eucarística, y con solemnidad especial el día de
pascua.
El tema principal de la misa
crismal es el sacerdocio. Al entregar el misterio de la eucaristía a la
Iglesia, Cristo instituyó también el sacerdocio. Los textos de la misa
presentan un conjunto catequético no solamente acerca del sacerdocio
ministerial, sino también relativo al sacerdocio general de los fieles.
Por el sacramento del orden, los
hombres comparten de una forma especial el sacerdocio de Cristo. A ellos se les
da el poder de perdonar los pecados y de convertir el pan y el vino en el
cuerpo y la sangre de Cristo, cosa que hacen en su nombre y por su mismo poder.
Ellos son, de manera especial, pastores y maestros de la Iglesia, así como
administradores de los sacramentos.
Ellos renuevan en nombre de
Cristo el sacrificio de la redención, preparan a tus hijos al banquete pascual,
presiden a tu pueblo santo en el amor, lo alimentan con tu palabra y lo
fortalecen con los sacramentos.
Una de las partes más
impresionantes de la misa crismal, añadida recientemente, es la renovación del
compromiso de servicio sacerdotal. Después del evangelio y la homilía, el
obispo invita a sus sacerdotes a renovar su dedicación a Cristo y a la Iglesia.
Juntos prometen solemnemente unirse más de cerca a Cristo, ser sus fieles
ministros, enseñar y ofrecer el santo sacrificio en su nombre y conducir a
otros a él.