El intendente de Chimpay, Gerardo Bravo, realizó dos presentaciones judiciales penales por el faltante de comprobantes de fondos de la comuna. En primer término se trata de 104.000 pesos del fondo sojero, que no se sabe dónde fueron destinados.
Y en el segundo caso por la compra de un sistema informático operativo por 100.000 pesos que no guarda relación con ninguna boleta. En este caso se trata de una empresa de Roca pero que no guarda relación con el municipio, según se explicó en la comuna.
"A pesar de haber asumido con los números en rojo, girando en descubierto y en cada oportunidad pidiendo autorización a la provincia para poder hacerlo, ahora las cuentas se encuentran equilibradas", dijo el responsable contable comunal, Mario Pérez.
Además, informaron que desde que están en la gestión se pagaron los salarios en tiempo y forma al igual que los aguinaldos. "Pero hay que destacar que recibimos ayuda de la provincia y un ATN para poder salir de esta situación", agregó Bravo.
Pero también mencionó que "hay deudas que no están escritas y que siguen surgiendo. Por caso se señaló que se debe 1.500.000 de pesos a Viarse por el asfaltado de algunas calles. Y alrededor de 186.000 pesos a proveedores menores. A pesar de todo esto hemos comenzado con obras, y a regularizar las cuentas sobre todo porque al girar en rojo en el banco los intereses eran muy altos".
Al asumir Bravo el Ejecutivo se encontró con uno de los municipios más endeudados de la comarca del Valle Medio.
"Estamos trabajando en ordenar los números y darle a la localidad otra cara. Para eso hemos colocado luminarias, pero la idea central es realizar obras de mayor envergadura como cloacas, cordón cuneta y viviendas", señaló Bravo.
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